MAB.

MARIO AGUILAR CAMPOLLO

La crisis de los paradigmas que hoy se vive en el mundo, se tensa, se agudiza, se siente a flor de piel aquí, mucho más en nuestros países "subdesarrollados". Y subsecuentemente, aquí, una visión terrible nos abarcó hace mucho tiempo, una visión que nos cuesta afrontar.

 

Quiero contar aquí, que la investigación que hice sobre Talidomida en Guatemala me deja ver algunas cosas con claridad:

- Hace mucho tiempo que dejamos de ser "la humanidad" para el sistema Biomédico y hospitalario en Guatemala, y en otros lados.

- Hace mucho tiempo que nos convertimos en “el mercado” para el sistema.

-Hace mucho tiempo que nadie, o casi nadie* en este sistema, en Guatemala, se preocupa realmente por nuestra salud, porque realmente casi nadie sabe qué es, qué significa, qué implica la salud.

 

En nuestro país cada vez más, el sistema médico-hospitalario pretende crecer del pago de servicios de una pequeña clase alta (en términos económicos).

Trata de comprometer en una vida de créditos a una clase media desesperada por adquirir los servicios.

Y por último, y tal vez afortunadamente, cada vez más se ve incapaz de atender a las grandes mayorías.

 

Sé que los sistemas, así como el Sistema Biomédico y Hospitalario en Guatemala, crecen de forma casi incontrolable y resultan muy poco susceptibles al cambio, evolucionan muy lentamente. Y en este caso es más facil que nosotros cambiemos, comprendiendo nuestros paradigmas y actuando de forma diferente.

 

En este sentido es importante ver por ejemplo que si eres de las personas privilegiadas que puede tener el servicio que brinda la moderna red hospitalaria de nuestro país, o que puede adquirir alguno de los “seguros de salud” que brindan las tarjetas, o acudir a las farmacias y comprar los más costosos tratamientos aun cuando fuera al crédito, eres lo que considera hoy el sistema de "salud": el cliente, el mercado.

Lo terriblemente peligroso de esta visión, es que frente a pocos controles o sistemas de vigilancia del área de salud, también eres la persona susceptible a ser víctima de una maquinaria inhumana. Y tal vez en ocasiones, ya lo has vivido o sentido muy en el fondo de tu ser.

 

Recientemente me hice el siguiente cuestionamiento, si esto fuera así y el sistema no se preocupa de mi salud: ¿Qué es el sistema de salud? ¿Dónde está mi salud? ¿Cómo o por qué pierdo mi salud? ¿Quién o qué, puede devolverla? ¿Cómo debo cuidarla? y muchas muchas otras preguntas.

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El espacio que aquí construyo no pretende reformar el Sistema, pretende dar apoyo, confianza, luz a las personas que como yo han tenido que romper este paradigma, se han sentido perdidas y buscan cómo y dónde está su salud.

 

El sistema Biomédico y hospitalario se autonombra “sistema de la salud”, pero es fácil evidenciar que realmente lo que atiende es la enfermedad y tal vez por ahí empieza nuestra confusión.

 

Tal vez el sistema médico hospitalario pueda ofrecerte alguna solución en algún caso de accidente, atención a las futuras madres, etc. pero no puede proveer aquello que no posee, y hoy este sistema en general debe evaluar su discurso magnífico cuando se pronuncia, porque paradójicamente con los avances de la medicina moderna, las novedades farmacológicas, con el crecimiento de las redes hospitalarias, etc, etc. pareciera que cada vez estamos más enfermos, nuestras enfermedades se han vuelto más sofisticadas, todos perdemos más frecuentemente nuestra salud.

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A un sistema que no parece responder a lo que promueve, se agrega una maquinaria incuestionable, que gradúa año con año cientos de “profesionales de "la salud” que se reciben de nuestras universidades con el título de Médicos y Cirujanos.

Se agregan anualmente al sistema Biomédico y hospitalario con el principal sueño de algún día conseguir el estatus de un empresario.

Es fundamental e importante que hoy los mismos Médicos y Cirujanos cuestionen el sistema, vean sus contradicciones, revisen a quiénes han servido realmente, asuman nuevas posturas y se agreguen a una verdadera visión de salud.

 

Parece terrible aquí, únicamente plantear los cuestionamientos y no así plantear las respuestas, pero hacer hoy los cuestionamientos puede situarnos en el camino de una nueva visión y tal vez de algunas respuestas.

 

Tal vez como yo, en alguna ocasión te has sentido desesperadamente enferma o enfermo, has perdido tu salud, quiero contarte que:

repetidas veces, como todos, en mi vida, he perdido mi salud, y te cuento que para reestablecerla he tenido que platicar con otras personas, buscar en otros lados, ver otras cosas, meditar, mejorar mi vida espiritual, mental, revisar lo que como, mejorar mis valores nutritivos, etc. En otras palabras quiero contarte, aunque al principio a algunos nos cuesta entender esto, que he tenido que ir a un hospital pero sé que mi salud nunca ha estado ahí. Tal vez pueda ayudarte el que te diga, que tampoco recuperarás tu salud visitando una farmacia.

Aunque sea dificil de entender estos lugares no existen en razón de tu salud, existen en razón de tu enfermedad.

Nadie que no seas tú, o que no te considere a tí como ser especial, unico y espiritual, puede devolverte tu salud, porque la salud es algo integral, es personal, es bastante individual, abarca múltiples aspectos de ti.

 

Mucho de esto aprendí gracias a mi padre, un Médico con una formación "anticuada", (porque no se agregó al sistema mercadológico) y que según algunos está en desuso. Un médico ético, humanista, con una práctica pública, que muchas veces recibió como pago a su servicio una red de manzanas y que paradójicamente me ayudó a buscar mi salud lejos, muy lejos del sistema Biomédico y Hospitalario.

 

Porque entiendo lo que se siente cuando perdemos nuestra salud he dejado en esta página algunos documentos para compartir contigo y tal vez te ayuden a reencontrar tu salud, a buscarla en los lugares correctos, a pensar diferente.

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(Talidomida es el componente de varios medicamentos que estuvieron a la venta en farmacias de Guatemala y causaron los defectos físicos que hoy tengo.)

 

*(Existen en las anteriores generaciones de Medicos en Guatemala, notables y maravillosas excepciones, de los profesionales que en aquellos tiempos se formaron como Medicos y Humanistas y cuyo trabajo hoy ante el “mercado” se señala de anticuado, poco dinámico, poco entendido de los mecanismos del desarrollo empresarial).